Quiero empezar mi psicoanálisis

domingo, 13 de septiembre de 2020

Narcisismo: Entendiendo un poco más

 


          Ya que sobre este concepto me encuentro ciertas confusiones entre los alumnos, pacientes y en quienes sienten curiosidad por el psicoanálisis, que escuchan "narcisismo" como algo negativo y como una tara y como un insulto. Tiene que ver con el camino que empezaron a trazar los post-freudianos, que ha evolucionado a pensar que la salud radicaba en superar al narcisismo dándole alas al "yo", haciéndolo más fuerte. Se consigue así lo contrario: Tan narcisista, que pretende superar al propio narcisismo, como si no lo necesitara. La contrariedad está en que yo y narcisismo son casi sinónimos. Al empoderar el yo le echaron gasolina al narcisismo. El psicoanálisis trabaja sobre la herida narcisista del yo, la puñalada del inconsciente que le determina es poner al yo donde le corresponde, concepción que implica renunciar a parte de nuestro narcisismo.

          Como siempre decimos, el narcisismo es algo que se construye a través de tomarnos el otro como objeto de su deseo, esto nos hace deseables. Por tanto el narcisismo es condición necesaria del sujeto. 

           Pero obviamente y volviendo al primer párrafo, la vida nos impondrá ciertas renuncias que minarán nuestro narcisismo y nos obligarán a llegar a un nuevo acuerdo con la realidad. La no-renuncia implica sufrir, quien puede renunciar deja de luchar contra la realidad, ésta que le obliga a hacer cosas que no tenía que hacer cuando era niño. Ahora si quiere cosas tiene que trabajar, al amor es condicional y la levedad del ser se asienta frente a la omnipotencia infantil de etapas anteriores. A partir de aquí es una lucha sin cuartel que dura toda la vida.

            Pero el sujeto sigue siendo eminentemente narcisista, sólo que pasa del principio de placer al principio de realidad (Un principio de placer también pero modificado). Pongamos un ejemplo:

Dos deportistas quieren eso que suele quererse justo por narcisos: Ser el mejor en el deporte que practican. Uno de ellos no está dispuesto a hacer el esfuerzo pero sufriría de no alcanzar ese objetivo. Decide sobreactuar, va a los eventos donde van los mejores en ese deporte, calienta como ellos, copia sus gestos, habla como uno de ellos... se lo cree. Según su propia noción de realidad esto será desde muy creíble (Todos conocemos ejemplos en muchos ámbitos) o será ridículo, pero a él le vale, le resarce narcisísticamente y le apacigua la angustia, que después volverá con más empaque porque a la realidad no se le engaña. Mientras, un neofito en ese deporte hasta se creería la fantasía que le muestra este vago deportista. Este sujeto buscaría víctimas en las que proyectar y ver como en un espejo lo que él quiere pensar de sí mismo.

             El segundo, otro sujeto, que por su narcisismo, hace un contrato diferente con la realidad, no le vale negarla como al primero. Lucha, trabaja, no le importan las fiestas y eventos, quiere resultados, coteja con la realidad más objetiva a la que puede acceder. Por narcisista quiere ser el mejor, pero su forma de conseguirlo es otra.

             El narcisismo es gasolina, es un componente en el amor, es lo que nos mueve, nos hace deseables, etc... Luego está el recorrido de cada uno. El psicoanálisis ayuda justamente a la noción de realidad, que uno pueda hacerse cargo de su deseo y trabajar por el mismo, no fantasear para sufrir después.

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Luis Martínez de Prado.

Psicólogo / Psicoanalista / Formador.

Director de: www.psicocatedra.es
Consulta: 34 686 77 41 39 / psicodinamika@gmail.com

Skype: psicodinamika Consulta online y presencial en Madrid. También a domicilio.

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https://psicodinamika.blogspot.com        

 

                  

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