Quiero empezar mi psicoanálisis

domingo, 17 de marzo de 2019

Al final todo tiene que ver con el narcisismo

          


  
"La diferencia entre el ganador y el perdedor es que el ganador está dispuesto a perder".




          El narcisismo es un concepto fundamental del psicoanálisis, cómo se construye, cómo afecta, sus padecimientos , etc. Fuera del psicoanálisis y de la psicología se ha tratado también como palabra que se pone de moda tergiversandola, transformándola y casi creando una cosa nueva. En realidad narcisismo es un concepto concreto y son sus abordajes los que varían el ángulo de visión a este término, y si Nietzsche decía que la palabra mata la cosa, habrá que cuidar que la moda no mate la palabra.

          El narcisismo propio es fundamental y obligatorio para la formación del sujeto. El narcisismo lo construimos con el deseo del Otro, es decir, se nos desea y se nos llena de amor, se nos erotiza y así se construye nuestro yo y se significa nuestro cuerpo. Cuando tenemos un hijo y lo besamos, lo hablamos, lo tocamos o le decimos "¿Quién te va a comer a besos?" Estamos inyectando el deseo con el que el yo del sujeto erige su narcisismo, sin esto, el sujeto no podría vivir. Esta mezcla es la que va a hacer que después el sujeto se presente al mundo de esa manera en la que le desearon (Ver: Somos como nos quisieron). Es decir, cuando se nos inyecta ese amor-deseo-narcisismo se nos hace queribles y deseables al mundo.

          Hasta aquí ya podemos entender que el narcisismo, por más que se haya estigmatizado la palabra, es obligatorio para que el sujeto devenga sujeto. Eso sí, este narcisismo se empieza intensamente a construir en una escena don de la falta aún no existe, donde el bebé aún puede fantasear que lo tiene todo, a diferencia de lo que luego será la vida adulta. Es decir que en esta época aún se es el príncipe de la casa, se come cuando se quiere, se duerme cuando se quiere y se hace pis y caca cuando entran las ganas y donde toque. Con lo cual ese narcisismo es parte de una realidad que pronto será irrealidad. Empieza un proceso a través del cual el sujeto tendrá que empezar a entender que no puede tener todo ni podrá, que las cosas no son lo que él quiere ni lo serán y que ni es príncipe ni será rey además de que ni los reyes están exentos de ser seres incompletos que tampoco pueden tenerlo todo (Muchos adultos como habrán visto no entienden todavía esto o no pueden soportarlo, todo viene de aquí). 

           En el atravesamiento del Edipo, entre los 3 y 6 años aproximadamente es cuando el sujeto va a entender eso de que todo no se puede (la castración-estar en falta de la que habla el psicoanálisis), aunque será una lucha de por vida. De esto entre otras cosas dependerá el que, como decía Freud, el sujeto sea neurótico en el mejor de los casos. Neurótico querría decir que la psique del sujeto sufrirá por no poder tenerlo todo (los sujetos normales). En definitiva, esta aceptación marcará nuestra salud mental y nuestra felicidad.

          Es que volviendo a la primera explicación, este narcisismo que nos construyó se tambalea ahora que el mundo le da un mensaje distinto del que se había formado. Donde antes era todo gratis, ahora hay que esforzarse, hay horarios, hay que ir al baño cuando le dejan, el amor incondicional ahora es condicional, se enfadan cuando no se hace lo que el otro pide. difícil tarea para todos los padres que donde llenaron el globo de amor, por amor, ahora deben pincharlo un poco para la propia supervivencia de este fruto que les convoca directamente ante sus propia concepción de esta falta, sus vivencias y sus estrategias para aceptarla. Por eso no nos extrañe que afloren tantos síntomas cuando se tiene un hijo.

          De ahí que ahora se hable de "Trastornos narcisistas", nosotros lo tratamos en: Enfermos del yo I. La llave de este escrito es tratar de transmitir eso, esa lucha con la que el sujeto de la cultura tiene que lidiar, con la que se construirá su estructura psíquica (Ver: ¿Somos todos neuróticos? ¿Qué es ser neurótico?. A partir de aquí podremos ver esta lucha en lo que le pasa a los sujetos cuando no consiguen lo que quieren, fracasos, desengaños, rupturas amorosas que no consiguen olvidarse, rabietas, etc. El amor adulto no es como el amor infantil, este nuevo amor se puede perder, nos pueden amar y dejar de amar, nos pueden desear o no. Esta nueva realidad nos pide que renunciemos a los objetos, de todas formas ellos pueden renunciar a nosotros o podemos perderlos y a la realidad le da igual como uno se lo tome. Ese sufrimiento añadido tiene que ver con esa renuncia narcisística que o se quiere hacer, como si el sujeto dijera: "Esa no es la vida que compré" o "Esto no es lo que me vendieron" y no se equivoca, porque además ese niño que fuimos siempre está en el inconsciente dando por hecho esa primera realidad que se pudo fantasear.

          Lo veremos también en todas estas personas con problemas para comprometerse ya sea con personas o con su deseo, porque ahora para conseguir lo que se quiere hay que trabajárselo, estar con alguien conlleva ceder y por tanto renunciar a parte de nuestro narcisismo. Así vemos sujetos infantilizados que piensan que pueden gastarse todo el dinero y endeudarse y no pasará nada, que pueden ir a 200 km por hora y no les pasará nada, que pueden casarse e incluso tener hijos sin consecuencias y sin renunciar a nada; como un mono con una navaja, son las creencias infantiles que tuvieron aplicadas a una realidad que ya no es de juguete. 

          En una sociedad infantilizada como la de ahora, veremos por ejemplo como se piden reconocimientos que no se ganaron o remuneraciones que no se trabajaron y la angustiante sorpresa cuando no llega lo esperado. Y desde fuera uno piensa: "¡Pero era obvio que se iba a estrellar! ¿Cómo pudo no verlo?" Era su propio narcisismo lo que no le dejaba verlo, veía la realidad a través de los ojos infantiles sin haber podido construir los adultos que le permiten conseguir objetivos reales, los que piden un compromiso con ellos y con la realidad, los que convocan al sujeto a ser sujeto, lo que se trata en un psicoanálisis: Aceptar la falta, renunciar a lo imposible, en el amor, en lo laboral, en lo anímico, en definitiva, que el sujeto pueda estar mejor combatiendo ese plus de sufrimiento innecesario que ya no tiene que ver con la realidad sino con nuestra propia herida narcisística. Entendiendo esto es cuando después podremos hablar de trastornos, estructuras, síntomas, inhibiciones, angustia, etc... seguiremos con el tema.



Luis Martínez de Prado.
Psicólogo / Psicoanalista / Formador.

Director de: www.psicocatedra.es

Consulta: 34 686 77 41 39 / psicodinamika@gmail.com

Skype: psicodinamika / www.psicodinamika.blogspot.com

Quiero empezar mi psicoanálisis:
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