Quiero empezar mi psicoanálisis

sábado, 4 de julio de 2020

Narcisismo: Se cree el centro del mundo

          
 ¿Cómo puede creerse el centro del mundo?
Porque una vez lo fue.

          Somos el deseo del Otro dice Lacan, pero no sólo eso, o no es sólo esa su implicancia. Significa también que somos el objeto del Otro, pudiendo ser tomados con más o menos intensidad, cubriendo parte de su falta o convertirnos en un intento cuasi psicótico de taparla toda. Si podemos ser tan importantes no es de extrañar que nos sintamos importantes.

          En la infancia los niños apuntan a ser reyes y reinas de su escenario, todo se concentra en ellos, todas las miradas, son el centro del mundo, del mundo tal cual lo ven a través de la mirada de quien les desea con todo su corazón. Es así como se construye el narcisismo propio, necesario para ser sujeto, para sobrevivir y para entrar al mundo exogámico más allá de la unidad familiar. 

          Pero la entrada a la realidad viene encarnada en la castración y ahora ese rey o reina que nos creímos ya no merece por existir sino que ahora el amor hay que ganárselo. Esto será un choque que según los espacios que haya dejado ese deseo del Otro el sujeto tendrá más fácil o más conflictiva la asunción de una realidad en la que tiene que trabajarse su propio deseo para conseguir lo que antes lograba gratis. 

          No obstante uno siempre intentará repetir fuera de la familia lo que sintió de niño con los consiguientes choques con la realidad y el correspondiente sufrimiento. Sus compañeros de vida, de trabajo, amigos, pueden pensar: ¿Por qué se cree que todo gira en torno a él? ¿Por qué los demás tenemos que trabajar para él? ¿Por qué se cree el centro del mundo? Porque una vez lo fue.

          En el vínculo transferencial con el analista se jugará esta repetición, haciendo consciente eso de lo que el sujeto no se da cuenta aunque todo su alrededor sí. La palabra del analista en su interpretación podrá posibilitar un cambio que tenga que ver con que la persona pueda poner en juego ese narcisismo. Jugársela para conseguir algo de eso que fantaseó en la infancia, pero pagando sanamente el precio que corresponde. Un traspaso a la adultez que permite por fin ese éxito profesional que misteriosamente nunca llegaba, esa pareja soñada que es diferente a todas las de antes con las que se repetía lo mismo, cambiar su posición en esas discusiones familiares en las cuáles sentía que no le tomaban en serio, etc... 

          Si quieres leer más sobre narcisismo:







Luis Martínez de Prado.

Psicólogo / Psicoanalista / Formador.


Director de: www.psicocatedra.es
Consulta: 34 686 77 41 39 / psicodinamika@gmail.com
Skype: psicodinamika / www.psicodinamika.blogspot.com


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