Quiero empezar mi psicoanálisis

domingo, 5 de julio de 2020

La responsabilidad de los padres: Vínculos bidireccionales


          La ética del psicoanálisis aboga por un sujeto responsable de su posición como decía Lacan, es lo que da sentido a que existamos los psicoanalistas, ayudando al sujeto a que haga lo que pueda con lo que hicieron de él (Sartre), teniendo en cuenta que ya viene insertado en un sistema familiar que no eligió y que marcó su vida.

          Hay que dejar claro que el psicoanálisis no culpa a los padres de la posición de los hijos para con su vida, lo intentamos dejar bien claro en: El psicoanálisis no echa la culpa a los padres. Escrito que fue necesario ante esa crítica fruto del desconocimiento y las resistencias de que parecía que el psicoanálisis responsabilizaba a las figuras parentales de los problemas de sus hijos. Desacertada, las figuras primordiales también tienen su propia historia y hacen lo que pueden. Nosotros además, sólo atendemos hijos, sólo que algunos son padres o abuelos.

          Lo que sí hay que dejar claro es que en este sistema familiar que se crea, previo al nacimiento, del cual poco puede decir el niño más que con sus síntomas, es tejido en función de la problemática de los padres que traerán a la vida a su nuevo objeto y como explicábamos ayer en: Narcisismo: Se cree el centro del mundo, según el lugar subjetivo que venga a ocupar ese niño y el intento de tapar la falta, encarnada en lo que sea (Salvar la pareja, dar sentido a su vida, vivir a través de él o permitir que ese niño construya su libertad y que eso signifique una satisfacción para los padres), ese infante tomará la castración de una determinada manera y chocará con el mundo real (exterior-exogámico) con más o menos conflicto.

          Me parece importante el párrafo anterior porque se habla muchas veces de hijos enmadrados, encadenados, no destetados, que miran, aun siendo muy adultos a uno de sus progenitores, enganchados sin poder tener éxito en lo profesional, no poder mantenerse a veces, vivir el deseo con culpa y con inhibiciones, repetir fracasos amorosos que “obligan” a retornar a las figuras que sí les quieren tal cuál son. Ellos son responsables de esa posición, sí, pero esa posición es posible porque del otro lado también hay una satisfacción. Es decir que el vínculo satisface a ambas figuras porque es bidireccional, de lo contrario no podría sostenerse. Al igual que el camello y el drogadicto, se necesitan. Pero los padres como los camellos tienen muy fácil seducir en este caso al niño que vive al principio la realidad a través de sus figuras más importantes. Lo explica muy bien la foto, tanto se satisface la madre amamantando como el hijo, pero poco puede hacer el hijo para salirse del deseo psicótico de la madre.
          
          Tendríamos que decir entonces que si todos somos responsables de nuestra posición, la posición de los padres repercute además en la de los hijos que luego podrán ser padres. Padres que suelen mandar al psicólogo a sus niños cuando se distraen en el colegio o cuando tienen síntomas. ¿Cuántos niños se medican erróneamente sin ni siquiera escuchar la estructura familiar? Los niños a veces simplemente son la pata que no soporta un sistema enfermo.

          Por eso siempre recomiendo a los padres que se preocupan por sus hijos que se analicen ellos, lo que tendrá efectos en los sistemas de los que son protagonistas. Que sean ellos los hijos que se analizan para hacerles mejor a sus propios hijos que tendrán la posibilidad de ser padres después.


Luis Martínez de Prado.

Psicólogo / Psicoanalista / Formador.


Director de: www.psicocatedra.es
Consulta: 34 686 77 41 39 / psicodinamika@gmail.com
Skype: psicodinamika / www.psicodinamika.blogspot.com


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