Quiero empezar mi psicoanálisis

domingo, 15 de diciembre de 2019

Engañados por (a través de) su propio narcisismo

                           
                             


                             "Las personas son muy fáciles de engañar por la vía del narcisismo (lo que quieren oír), bien lo sabe el mitómano."

         Nos habremos preguntado muchas veces como esta u otra persona que son tan inteligentes, tan críticos y que se esfuerzan tanto por hacer las cosas como quieren, etc, han podido ser tan fáciles engañados o conseguido de ellos lo impensable por otros a los que ni siquiera se les atribuye unos mínimos de inteligencia o saber hacer. Uno podría sentirse tentado a dudar de esta concepción establecida sobre el engañado pero si renunciamos a subirles y bajarles de pedestales podemos darnos cuenta de que como todo humano tienen sus imperfecciones y, podríamos llamarlos así, sus ángulos muertos a través de los cuales no consiguen ver al otro que viene ni las intenciones que trae.

          Sabemos que el mundo no lo miramos con realidad objetiva sino con realidad yoica, o sea que el mundo que percibimos tiene que ver con lo que somos nosotros y con lo que queremos, podemos y toleramos percibir, que si nos provoca en palabras de Freud: "Una marea de libido", la psique recurrirá a diversos mecanismos para manejarla. No nos llevemos a error pensando que esto de interpretar el mundo desde nosotros es algo patológico, es simplemente lo que nos distingue como humanos, que obviamente y dependiendo de otros factores puede generarnos problemas.

          Digamos entonces que el miramiento por uno mismo (protección de su yo - narcisismo) y el miramiento por la realidad lo más objetivamente que podamos aspirar, van a estar disputándose la atención. Eso sí, hasta en la persona más "objetiva y realista" advertiremos esta querencia de concebir el mundo de forma que esa concepción implique una protección del yo: "No fui yo, fue ella, no soy yo, es la crisis, es que no hay nadie que merezca la pena, es que todo es culpa de los políticos, etc..."

          Así que volviendo a ese ángulo muerto,podemos decir que si el sujeto (narcisista) está sobre protegiendo su yo, todo lo que reciba del mundo que sirva a este precepto será muy bien acogido, en ocasiones casi más que la realidad misma (la más objetiva). Esto es, halagos, piropos, miradas que vienen a engrandecer, etc, ya que si hablábamos de pedestales al principio podríamos decir que lo que le viene a reflejar al sujeto su posición arriba de ese pedestal es lo que va a seleccionar de la realidad para construirse su mundo y para vincularse socialmente desde este lugar... y con razón, ya que logra encontrar que el mundo (lo externo) le coloque donde él siente que pertenece (lo interno).

          Así se convierte en presa fácil de quien sabe de su sed, aprendiendo fácilmente las palabras, miradas, obsequios y tributos a entregar para conseguir lo que se quiere de estos sujetos, que como el drogadicto al camello están dispuestos a entregar incluso parte de lo que le convierte en dueño de su púlpito por conseguir ese espejo en la mirada del otro que le lleva al mismo (Aunque sería lícito preguntarse quien es el camello y quien el drogadicto en esta dialéctica o si los lugares son intercambiables).

          No es fácil bajar a estas personas del pedestal, ya que todo espejo-mirada que les baje de su lugar, como humanos sujetos en falta puede ser fácilmente rechazado, imagínense el de un psicoanalista... No expondrá fácilmente su narcisismo a situaciones donde tenga que sacrificarlo: entornos sociales incómodos, personas que puedan desafiarle, fracasos, etc.. Cuidado que esto sin llevarlo al extremo nos puede servir normalmente para prepararnos ante situaciones y tener éxito, es donde nos paraliza e impide acceder al mundo de otra manera donde puede ocasionarnos problemas.



          Mientras estos dos factores, los aduladores y que el pedestal y su encuadre en el mundo permitan un equilibrio difícilmente cambiará algo, encuadre que puede significar pan para hoy y hambre para mañana. Con las frustraciones adecuadas y con la caída de los aduladores - esclavos, porque no hay amo sin esclavo (Recordando a Hegel y a Lacan) puede el sujeto replanterarse y reconstruir el mundo de otra manera sin renunciar, como nadie hace, a su narcisismo pero más adscrito al principio de realidad que al principio de placer.

          En otro escrito hablaremos del adulador, que también es interesante en: Construcción de Dioses. 



Luis Martínez de Prado.

Psicólogo / Psicoanalista / Formador.



Director de: www.psicocatedra.es



Consulta: 34 686 77 41 39 / psicodinamika@gmail.com



Skype: psicodinamika / www.psicodinamika.blogspot.com



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