"El amor es un impacto, el compromiso es
una elección".
Actualmente la pulsión escópica (la mirada) impera en la sociedad y los
realities de televisión se han hecho cargo de que "mirar" la vida de
otros atrae millones de espectadores. Añadiendo que hay un tema que toca a todo
ser humano, como es el amor, La isla de las tentaciones ha producido un gran
impacto y en vísperas de San Valentín ha generado múltiples debates.
Los psicoanalistas, obviamente tenemos que mirar allá donde mira la gente,
cuestionarnos y quizá poder decir algo al respecto, más aun sabiendo que
en la consulta todo remite al amor (Ver: Somos como nos quisieron). No obstante, nadie es docto en el amor por más que todos lo
vivimos (Con permiso de sabios, tertulianos y jueces de los actos, siempre de
otros y no de ellos claro, como si alguien pudiese aspirar a un saber sobre el
otro, su deseo y su ética).
El argumento de dicho programa radica en poner a prueba a una serie de parejas,
que en algunos casos no están pasando por su mejor momento y quieren ver si
pueden confiar el uno en el otro. La prueba elegida (si es que no es la prueba
la que les elige a ellos) consiste en pasar una temporada en una isla
paradisiaca separados de su pareja, hombres todos juntos y mujeres todas
juntas, con el único cometido de la convivencia y el disfrute. Añadiendo que a
los hombres les acompañarán un grupo de mujeres de cuerpos esculturales y a las
mujeres un grupo de hombres de las mismas características. Toda la estética
cumple los rasgos actuales. La prueba puede empezar.
Si se tratase de un experimento lo primero que me preguntaría es qué pensaban
que iba a pasar, como si hiciese falta experimentar lo que ocurrirá si uno mete
la mano en la jaula de un tigre hambriento no domesticado.
Entonces uno se pregunta por la concepción del amor en lo social y en estos
casos concretos. Uno se encuentra en la clínica ese pensamiento/deseo
de que el amor debe ser eterno o que se puede hacer algo para que lo sea. Claro,
esto refracta el deseo lógico de que uno quiere hacer perdurar ese sentimiento
de amor que tiene por otro. En los discursos de los participantes, y por su
onda expansiva, en el hablar también de millones de españoles sobre el tema, se
podían escuchar las fórmulas mágicas para que la pareja funcione y dure. Más
allá de que no podemos negar que lo que uno hace influye negativa o
positivamente en la pareja, no hay garantías y lo cierto es que el amor es
eterno mientras dura y el deseo es deslizante, se enciende y se apaga y cambia de objeto. Eso sí,
la tentación o en términos económicos, una amplia demanda puede hacer que el
deseo cambie de objeto, lo vemos en Hollywood, en la gente que tiene mucho
éxito y en cualquier ambiente que apunta a la perversión en este sentido,
sumado a que si hay una logística que facilite la infidelidad (App´s para
ligar, hoteles con anonimato, etc) no es que se ponga a prueba la pareja sino
que se corre mucho riesgo de que el deseo se renueve apuntando a otra persona.
En los miembros de esta pareja se escuchaba hablar de rutina, de haber perdido
la ilusión, de hacer vida como una pareja mayor, de aburrimiento... En el otro frente:
Diversión, en un escenario que da para ello (nada que ver con el día a día de
una pareja que comparte un proyecto de vida), cuerpos escandalosos, ausencia de
compromiso y eso que quieren llamar libertad de la que parece que el amor es
enemigo, como si la elección de comprometerse con alguien no fuese en libertad.
Y es que el amor y el compromiso implican renuncias (Ver: Psicoanálisis yamor: La conmoción del narcisismo). Dice una canción: "Y el amor
se fue volando por el balcón, donde no tuviera enemigos" y aquí el amor de
las parejas concursantes los tenía todos.
Sorprende que a la vez que se piense que uno puede
hacer algo para garantizar y hacer perdurar el deseo se acceda a poner todos
los ingredientes para que esto falle. Es que la psique siempre busca
satisfacción y el deseo siempre es deseo de otra cosa, necesita renovarse y lo
puede hacer intercambiando el objeto, es decir, que si uno encuentra algo mejor
que lo que tiene, si puede cambiar cambiará y si le falla el objeto nuevo puede,
como hemos visto en el caso de Fani Y Christofer, volver al anterior perfectamente, lo que sea para buscar esa
constancia, equilibrio, homeostasis que la psique necesita, que puede romperse
por el impacto de una tentación o por la ausencia de lo que se tenía,
comprobado en las rupturas. Esto explica como muchas veces después de una
ruptura se busca rápidamente a otra persona que rellene tan grande vacío.
Suscribiendo lo dicho, que en el amor no hay
garantías, porque no puede haber garantía de lo interno de cada quien,
tengamos en cuenta que lo externo influye. Las tentaciones influyen y de hecho
vemos en lo cotidiano como, a veces inconscientemente nos defendemos de ellas,
engordando, anulando salidas y ambientes sociales, cancelando suscripciones a
sitios de citas, borrando teléfonos, etc...
En mi opinión prestarse a participar en este
concurso dejándose tentar, por decirlo de alguna manera pone en riesgo la
pareja. Habría que ver que piensan a posteriori los concursantes. Por eso
pienso que no sirve para poner a prueba el amor, como se escuchaba decir a
ellos sino que más bien consistía en poner pruebas al amor y habrá que ver si
hay amor que puede superar todas las pruebas, máxime cuando hay un tercero demasiado
incluido en la relación, una invasión. La persona que tienes al lado puede tener innumerables características que te satisfacen e incluso enamoran, pero hay algo que no puede cumplir: Ser otro. Entiendo que una relación se pone a
prueba cuando la vida empuja a ello, no cuando se elige. Me cuesta pensar en
una pareja que diga: "Yo voy a vivir en reino Unido y tú en España
durante dos años y así ponemos a prueba nuestra relación." Sin embargo
esto se da a veces forzosamente por razones laborales y sí, se pone a prueba la
relación, en muchos casos (no siempre) ocasionando infidelidades y/o ruptura,
siendo buen ejemplo de lo que venimos explicando en este escrito.
Este contexto es interesante también para analizar
diversas posiciones, diferencias entre hombres y mujeres en dicho escenario y
las identificaciones de quien lo ve, delatadas en los férreos argumentos defensivos
o acusativos a unos y a otros, pero esto para otro texto.
Luis Martínez de Prado.
Psicólogo / Psicoanalista / Formador.
Director de: www.psicocatedra.es
Consulta: 34 686 77 41 39 / psicodinamika@gmail.com
Skype: psicodinamika / www.psicodinamika.blogspot.com
Quiero empezar mi psicoanálisis:
www.psicodinamika1.blogspot.com
https://psicodinamika.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario