A la hora de transmitir a los hijos uno intenta inculcar los valores que cree adecuados para la cultura, condicionados estos por su propia introyección de la misma, lo social, su ética y moral y, como no, por lo que recibieron de sus propios padres. La socialización primaria (familia), es la que marcará nuestros constructos éticos y nuestra forma de manejarnos con el mundo.
Se dice a menudo que los niños son esponjas que absorben conocimiento, conductas, valores, etc. Es así, pero no piensen que es a través del oído solamente como aprenden, también lo hacen vicariamente y reciben la manera en la que sus figuras primordiales manejan el mundo, y sobre todo la angustia.
Hay que tener en cuenta que la realidad del infante se circunscribe a la mirada que del mundo hace la madre y después el padre porque ella le da cabida en ese mundo. Puesto que no nacemos con un saber hacer propio de los animales nuestro manual de instrucciones será incorporar las soluciones que éstas figuras le enseñan sin querer a través de sus actos.
"Uno es lo que hace." Decía Lacan. No es lo que digo sino lo que demuestro con mis actos, más aún cuando ya sabemos que los significantes (las palabras) son relativas en lo que significan para cada uno. Por ejemplo la palabra robar.

Si por ejemplo un hijo ve como su padre cada vez que tiene un problema grita, dice tacos y da golpes, heredará algo de esta manera de manejar la angustia, lo mismo si bebe, se deprime, etc. No es que el niño esté observando preguntándose: "¿Cómo se maneja la angustia? A ver voy a mirar cómo hace papá." Pero lo absorbe a nivel inconsciente sin darse cuenta porque su realidad es reducida y digamos que de momento es no lo único que ve pero sí en lo que más se fija y lo que más le marca.
En estos tiempos de pandemia, virus y confinamiento los padres con los hijos en casa se enfrentarán a esta prueba con sus nervios a flor de piel. Si bien es importante esto que se le transmite a los hijos no quiere decir que no puedan construir otras maneras, pero es a partir de las herramientas de los padres que ellos pueden construir unas parecidas u otras, que también las posteriores socializaciones volverán a moldear. Las figuras asociadas por importancia a lo que fueron los padres: Referentes, profesores, jefes, psicoanalista pueden ayudar a entender que hay más maneras de manejar el mundo.
Pero muchas veces, demasiadas, nos encontramos en la clínica con que muchos padres no entienden que la mejor manera de ayudar al niño no está necesariamente en el análisis del niño sino en que los padres pasen por el diván en su psicoanálisis. Que el niño tenga los síntomas quizá significa que es el eslabón más débil de un sistema familiar que falla en algún punto.
Luis Martínez de Prado.
Psicólogo / Psicoanalista / Formador.
Director de: www.psicocatedra.es
Consulta: 34 686 77 41 39 / psicodinamika@gmail.com
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Skype: psicodinamika / www.psicodinamika.blogspot.com
Quiero empezar mi psicoanálisis:
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