Quiero empezar mi psicoanálisis

domingo, 25 de junio de 2017

El psicoanálisis no echa la culpa a los padres


 









"De nuestra posición de sujetos somos siempre responsables."

Jaques Lacan.



          Hace años me hicieron una crítica sobre el psicoanálisis, que como muchas otras que he escuchado, habla más del desconocimiento del tema que de algo objetivo. Me dijeron: "A mi no me gusta el psicoanálisis porque echa la culpa a los padres en vez de darle un lugar al sujeto." 

          Nada más lejos de la realidad el psicoanálisis existe porque parte de que una persona puede estar mejor. Lo puede estar porque él y no los padres ni el analista hace algo por él. En mi otro escrito: Cuánto le interesa el pasado al psicoanálisis, dejamos claro que somos nuestra historia, que en la infancia se está formando nuestro aparato psíquico y se está posicionado en una escena familiar que nos determina (Ver: Somos como nos quisieron). Evidentemente hay escenas y amores muy patológicos que van a marcar a la persona y algo de eso se va a llevar para siempre. Freud se encontró con eso cuando empezó a decir a los pacientes: "Le escucho", le hablaron de la infancia, de los sueños, etc, y ahí se dio cuenta de que el discurso del síntoma venía a decir algo de un pasado que no se podía olvidar sino reprimir, pero que el afecto de eso reprimido volvía y se enlazaba con lo que no era. O sea que una obsesión por el orden venía de intentar controlar, por ejemplo, el temor a lo sexual y que una fobia a un objeto ocultaba a otro.

          En ese pasado, los personajes principales son, obviamente, los padres o figuras primordiales. Y sí, en tanto que somos el deseo de ellos estamos condicionados por esa escena a la que nos traen. Es fácil encontrarnos entonces en la consulta pacientes que al darse cuenta de esto se enganchan en culpar a los padres.

          En este punto es importante entender que una de las cosas que sucede en la terapia es que uno consigue saber un poco más de quién es, aceptarse y conocerse. Cuando hablamos de: Asumir la falta, nos referimos a esto. pero conocerse implica también entender que los otros también son sujetos en falta y también están sujetos a su historia. Entender a los padres, bajarlos del pedestal bueno o malo en el que les pusimos de niños es justamente pasar a una posición adulta y asumir la falta y la incompletud nuestra y la suya, eso es matar al padre (otra expresión del psicoanálisis que a veces no se entiende). Matar al padre es también matar al niño que presiona al padre para que sea como él lo fantasea.

          Decía Lacan que de nuestra posición de sujetos somos siempre responsables y Sartre decía que somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros. Eso quiere decir que cada uno hace con su falta lo que puede pero que se puede hacer mucho, que no todo (esto ya sería una fantasía perversa.

          Pasar por un análisis (aunque cada uno es diferente) lleva a entender que uno es responsable de sí mismo y que su historia determina su pasado pero no su futuro. Si sólo sirviese para echar la culpa a los padres estaríamos hablando de que sólo podemos diagnosticar hacia atrás y de que el sujeto está condenado. Como digo siempre el análisis es justamente para liberarse de la repetición y para que tu pasado no se convierta en tu futuro, abandonando eso sí, la posición infantil del niño que culpa a sus padres. de ahí que lleve a muchas reconciliaciones y no sólo, que también, a aprender a protegerse del otro. Aprender también que a veces a uno le toca el duro papel de estar por encima de su historia familiar y salvarse él del síntoma y entender que uno cuando sea padre/madre también refractará lo suyo en sus hijos. Quizá mejor que culpar sea analizar que le pasa a uno para no repetirlo hacia adelante con sus hijos.




Luís Martínez de Prado.
Psicólogo / Psicoanalista / Formador.
 

(34) 686 77 41 39 / psicodinamika@gmail.com / Skype: psicodinamika
 

www.psicodinamika.blogspot.com     


Arte: Mano con esfera reflectante. Escher. Enero de 1935. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario